LOS DERECHOS NO SE MENDIGAN, SE CONQUISTAN
LAS MUJERES Y LA INGENIERÍA
Vivimos en un mundo que moldea relaciones de desigualdad entre los sexos. Todas las mujeres son víctimas del machismo: los varones futbol, las mujeres, muñecas y la “cocinita”; para los varones es normal si van a un colegio técnico, en cambio sobre las mujeres aun pesa como una carga la tradición patriarcal de dedicación a las “tareas del hogar”, para lo que no necesitarían ser técnicas. Eso si no se ven obligadas directamente a abandonar el colegio por embarazos juveniles o por tener que cuidar a sus hermanos para que sus padres salgan a trabajar. Asi se ven en peores condiciones tanto para iniciar una carrera universitaria, como para conseguir empleos, teniendo que realizar trabajos descalificados y agotadores, difícilmente compatibles con la exigencia del estudio universitario. Las estudiantes de ingeniería que además son trabajadoras deben superar muchas barreras más que el grueso de los estudiantes varones solo para poder permanecer en la carrera.A estas trabas “sociales” se agrega toda una vida de machismo cotidiano naturalizado donde la vida digitada por “el padre” es la norma, arbitrando sobre los horarios, las tareas, los proyectos de vida y hasta los comportamientos. Dentro mismo de la UTN es normal escuchar en las aulas comentarios machistas desde los profesores o los estudiantes que “pasan” impunemente.
Solo con enumerar un par de ejemplos de toda una serie de “micro-machismos” puede comprenderse la causa de la baja autoconfianza que tienen la mayoría de las mujeres y la naturalización de los límites, condicionamientos y maltratos cotidianos. El primer paso para combatir esta realidad es conocerla y desnaturalizarla. Lejos de pararnos por encima de esta realidad, desde la Juventud del PTS en la UTN nos proponemos abrir el debate para conocer las experiencias concretas de las estudiantes, docentes y trabajadoras de la UTN y asi poder avanzar en generar los espacios y herramientas necesarios para combatir el machismo en nuestra facultad.
LAS MUJERES Y LA ARGENTINA K
Son las más jóvenes las que engrosan las dramáticas estadísticas de muertes por abortos clandestinos, ¡6 de cada 10 mujeres que llegan a los hospitales con riesgos causados por abortos, tienen entre 15 y 18 años! Pero Cristina, que se jacta de la “ampliación de derechos”, se mantiene junto a los reaccionarios jerarcas de la Iglesia, en contra de legalizar este elemental derecho ¡que hubiera impedido que murieran más de 2500 mujeres en los años de gobierno K!Las jóvenes son víctimas de secuestros por redes de trata y prostitución que operan con total impunidad, con la complicidad de las fuerzas represivas, funcionarios políticos y judiciales. Cada 30 horas, una mujer es asesinada: el último y más brutal eslabón de una larga cadena de violencias contra las mujeres. Por eso, en todo el país, Pan y Rosas y la Juventud del PTS luchamos por educación sexual, acceso a los anticonceptivos y derecho al aborto. Exigimos el desmantelamiento de las redes de trata y las fuerzas represivas del Estado. ¡Basta de violencia contra las mujeres!
Ocultando su maternidad para conseguir un empleo, soportando el acoso sexual, realizando malabares para combinar horarios de trabajo con exigencias familiares, sufriendo las consecuencias de todas las formas de violencia... así transcurre la vida de millones de mujeres trabajadoras y jóvenes en la Argentina K. Vidas que no se muestran en Clarín ni por “cadena nacional”. Asumimos con esfuerzo, paciencia y orgullo la tarea de elevar la autoconfianza de las mujeres trabajadoras y estudiantes y desterrar los prejuicios machistas que sólo dividen y debilitan las fuerzas de los explotados y oprimidos.
Por eso, el PTS, su Juventud y Pan y Rosas nos proponemos organizar a centenares de trabajadoras, amas de casa y estudiantes en un gran movimiento por los derechos de la mujer trabajadora y la juventud. El primer paso es prepararnos para viajar al XXVII Encuentro Nacional de Mujeres del 6, 7 y 8 de octubre en Misiones.
Mail: soeutn@gmail.com
