Trabajadores de Donnelley en la puerta de la fabrica |
La toma y puesta a producción bajo gestión de sus trabajadores es un ejemplo claro de salida alternativa ante la crisis actual que está atravesando el país. Mientras el gobierno ajusta y las empresas suspenden y despiden, con el silencio cómplice de toda la oposición patronal y la burocracia sindical, los trabajadores de Donnelley nos muestran otro camino: el de la conservación de los puestos de trabajo mediante la gestión de la fábrica sin patrones ni jefes. Y hay experiencias previas que sirven de ejemplo. En el 2001, con el cierre de la fábrica,los trabajadores de la emblemática cerámicaZanon de Neuquen decidieron ponerla a funcionar bajo gestión obrera .Hoy hace más de 14 años que se mantiene en pie, no solo produciendo cerámicos sino también demostrando la utilidad social de una fábrica puesta al servicio del pueblo mediante, por ejemplo, donaciones a diferentes escuelas de la provincia que estaban siendo construidas, o con la misma escuela que da clases en la fábrica.
Obviamente, no fue una tarea sencilla. Hubo que aprender un montón de cosas que antes se encargaba la patronal. La planificación de la producción, la organización de los libros contables, el control de stock de la materia prima y de los productos, las compras, las ventas. Y también hubo que ser creativos. Democratizar estas tareas es algo que ninguna empresa con patrones haría. Pero en las fábricas bajo gestión obrera, todas estas decisiones se toman de conjunto, con participación de todos los trabajadores. Se votan los planes de producción, se expone, se explica y se participa. Y funciona.
Para todo esto, la solidaridad fue algo clave en los primeros pasos. Amplios sectores se sumaron a apoyar esta experiencia enriquecedora. Estudiantes, docentes, trabajadores de la salud, artistas, y en sí, todo el pueblo, se sumaron a aportar a esta experiencia desde sus lugares y con sus conocimientos y habilidades.
La fábrica funciona sin patrones |
Pero nos dimos cuenta que esto no es suficiente.El gobierno planea rematar la fábrica a algún empresario amigo, mientras los buitres yankees intentarán desmantelar la fábrica. Por eso, desde la Secretaría de Relación Obrero-Estudiantil del CEIT queremos armar un comité interdisciplinario entre alumnos y profesores de la facultad que trabaje en conjunto con los obreros de la empresa, no solo para solucionar problemas sino para aportar a la gestión a largo plazo como un firme pilar que nos permita conquistar la estatización bajo control de sus trabajadores.
En una facultad que firma cientos de contratos con empresas que usan la mano de obra como variable de ajuste, que prepara ingenieros a medida del mercado, queremos pelear por otra perspectiva. Una perspectiva donde la ciencia y la tecnología estén puestas al servicio de los trabajadores, y que rompa los paradigmas de gestión empresarial que nos enseñan en la academia, permitiendo potenciar las capacidades del conjunto de los trabajadores. ¡Seamos entre todos un gran equipo estudiando y desarrollando la gestión obrera en la práctica!